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jueves, agosto 16, 2007

VIDA URBANA. Quizás...


Quizás las casualidades sean un capricho más del destino, pero la verdad es que en muchas ocasiones la sorpresa que uno se lleva es tan grande que se queda perplejo, estupefacto.

El otro día, en medio de una charla informal, descubrí que una compañera de trabajo fue ex-novia de un buen amigo. Mi colega es un tipo elegante, guapo, de los que le gusta cuidarse, y muy refinado: le gusta el arte moderno, la ópera y el cine independiente. Lo podría definir como una persona muy equilibrada, alegre y con unas ganas enormes de disfrutar de la vida.

Bueno, pues el caso es el siguiente: la ex-novia de mi amigo me contó que fueron pareja hace unos seis años, pero que se han visto hace poco. Por lo visto mi colega, en plan Bill Murray en Flores Rotas de Jim Jarmusch, ha decidido reencontrarse con todas sus ex-novias, pero no para ver con cual de ellas tiene un hijo que no conoce, sino para hacerles una especie de cuestionario sentimental, para poder estudiar en que situación sentimental se encuentra en estos momentos y poder sacar conclusiones.

Vamos que lo estoy flipando todavía. Y no entiendo nada. Pero nada de nada.

Quizás algunos, necesitemos un paso por un centro psquiátrico porque hay un problema dentro de nosotros que no se ha solucionado todavía, algo así como lo que viene a decir la canción, "los olvidados" del último trabajo de Sidonie, un disco inmenso por cierto que no debéis perderos y empezar a escuchar ya sin descanso.

Quizás también nos cueste quitarnos la careta de la sonrisa de a diario, para poder ver a las claras y sin tapujos, cual es la realidad que nos rodea.

O quizás se trate del destino.

Quizás.

sábado, noviembre 26, 2005

MÚSICA. Semana mágica de conciertos. LHR, Lori Meyers, Budapest, Sidonie. Mercury Rev.

El cuerpo todavía aguanta o eso parece. El jueves en la sala La Riviera, rodeada de los escombros y las vallas que amontona por las obras capitalinas el último faraón de Madrid, Ruiz Gallardón, asistí a un concierto por partida cuatriple. Desde las nueve de la noche del jueves hasta las cuatro de la madrugada del día siguiente estoicamente resistí el vendaval de Rock and Roll de La Habitación Roja, de Lori Meyers, de Budapest y de Sidonie.

Una cola descomunal nos dio la bienvenida, todo nos hacia imaginar que nos íbamos a quedar fuera algunos. Pero no se cumplieron los malos augurios. Una vez dentro, todo fue una fiesta, una reunión de amigos con ganas de pasarlo bien y de disfrutar de buena música. También fue la noche de la agradable sorpresa de La Bala Perdida, ¡bienvenida! Una noche mágica.

No soy la persona más indicada para hablar de música, aunque si me pueda definir como un melómano enamorado e irredento. Aun con esas voy a dar unas pinceladas breves sobre lo acontecido en La Rivera. LHR estuvo en su línea ascendente con ese poderoso directo que los caracteriza y que cada vez tiene más adeptos. Lori Meyers fue la pequeña decepción, las canciones de su último disco sonaron distantes, improvisadas y aburridas, nada que ver con los tres temas de su primer trabajo, impecables e intensas como siempre, que nos tocaron. De Budapest poco más se puede decir que en anteriores ocasiones no se haya escrito ya, son una explosión de rock, su sonido limpio y directo y sus pegadizas letras te envuelven por completo y siempre satisfacen las expectativas de los más exigentes. Sidonie es espectáculo en estado puro. Una vez más su concierto fue redondo, sobresaliendo algunas de sus nuevas canciones, como la exquisita Fascinado, y los grandes clásicos de sus dos anteriores trabajos, sobre todo de Shell Kids.

No sabemos a que se debieron el retraso en la entrada al recinto y la excesiva pasividad de los “chispas” a la hora de cambiar el material de los grupos entre concierto y concierto, algunas veces de hasta una hora. A pesar de ello fue una noche redonda, y estoy seguro que estos desgraciados incidentes no será lo que recordemos.

Lo de la noche del viernes en Aqualung, fue: MERCURY REV. Así sin más, MERCURY REV, en mayúsculas. Todo estaba en contra, el cansancio acumulado de la noche anterior, una dura jornada de trabajo, una tarde desapacible con agua y frío. La desagradable noticia de que las puertas se abrían a las 18:30, porque la sala luego se convierte en discoteca los viernes y entonces los conciertos se adelantan, lo cual quiere decir que al haber quedado nosotros a las 21 horas, como siempre, no pudimos ver a los Dirty Three ni a The Decemberists. Lo siento por sus incondicionales, pero no se les echó en falta. La magia de MERCURY REV nos sobrecogió desde el principio, nos inundo de música todo el cuerpo y nos extenuó hasta la rendición final. Queda claro que hay divisiones o niveles, queda más que claro que MERCURY REV, son de primera división, vamos son de otra galaxia. Sólo me queda preguntarme ¿cuándo vuelven a Madrid?

La crónica de verdad sobre MERCURY REV llegará pronto, y será un honor y un privilegio enlazárosla desde mi blog. Sir Hannofer, deseosos te esperamos.
Sir Hannofer.
Recomiendo el inteligente y divertido post de La Bala Perdida sobre el macroconcierto del jueves en La Riviera:LaBalaPerdida

miércoles, noviembre 23, 2005

MÚSICA. Gran semana de conciertos.

Una semana como ésta se presenta pocas veces en la vida. El jueves y el viernes, la magia de la música en directo me envolverá a mi y a mis inseparables amigos en una oscura sala de fiestas. Conciertos, conciertos y más conciertos.
El jueves el lugar es La Riviera. Excusa: la presentación del nuevo disco de Sidonie, “Fascinado”, su primer trabajo en castellano, pero el más flojo de los tres. A los barceloneses les acompañan los granadinos Lori Meyers, con su nuevo trabajo recién salido al mercado “Hostal Pimodan”, que suena de maravilla, los siempre fantásticos La Habitación Roja (conciertazo inolvidable en el Festival Contepopranea este verano) y el entrañable sonido de Budapest, que sólo por escuchar temas como “it’s the best it gets” en directo vale la pena ir a verlos.

El viernes muy posiblemente uno de mis sueños se hará realidad, ver en directo en Aqualung a Mercury Rev, uno de esos grupos míticos, que desde el “Deserter’s songs”, pasando por “All is dream” y terminar con el último y exquisito “The secret migration” pueden hacer las delicias de cualquier melómano de fino paladar. Todavía recuerdo ese festival al que no pudimos acudir, Isladencanta, allá por el año 2003, cuando los invitados de ese año fueron Oasis y Mercury Rev, entre otros. Todavía recuerdo el difícil día que tuvimos que elegir entre Benicassin e Isladencanta. Terminamos en la costa castellonense y valió la pena de verás, pero la espinita de Mercury Rev todavía estaba clavada muy dentro de mi. Los acompañarán Dirty Three y The Decemberists, pero sin desmerecer a nadie, eso es lo de menos.