martes, enero 31, 2012

lunes, enero 30, 2012

1000 razones para no dejar de leer: “Un rey sin diversión” de Jean Giono.


<< […] Era un caballo negro que sabía reír. […] Cuando tenía ganas de salir o de ver gente, empujaba la puerta y aparecía en el umbral. […] El caballo de Langlois disponía aún de otras maneras para proclamar con gran inteligencia esa necesidad de amar que todo el mundo tiene: seguir a sus amigos. Si veía que se iban, ya fuese a por tabaco o a casa de unos vecinos, a buscar herramientas o a hacerse prestar cualquier utensilio, les acompañaba, iba a ponerse a su lado, les frotaba el hocico contra las chaquetas; luego, a su paso, avanzaba con ellos, como si quisiera pasar un rato con las personas por quienes sentía afecto. […] >>

Jean Giono, “Un rey sin diversión”.

jueves, enero 26, 2012

ACTUALIDAD. “Revista de Libros” echa el cierre.


El año 2011 ha terminado con algunas malas noticias. Una de ellas es que la Fundación Caja Madrid ha decidido cerrar la “Revista de libros“ que dirigía Álvaro Delgado-Gal.




“Revista libros” era una de las mejores publicaciones sobre literatura y ensayo que se editaban en español en los últimos años. No se trataba tan sólo de una recopilación de excelentes reseñas sobre libros de actualidad, sino que también contenía grandes artículos de fondo sobre un amplio abanico de asuntos: ensayo, filosofía, política, historia, arte, cine, etc.

La Revista contaba con un plantel de excelentes críticos, escritores, articulistas, y eso se notaba en la gran calidad de muchos de sus artículos. Álvaro Delgado-Gal supo formar este gran equipo de colaboradores que satisfacía y no paraba de sorprender a los amantes de la literatura, de la palabra escrita, entre los que yo me encuentro.

Hace casi quince años que cayó en mis manos uno de los primeros ejemplares de la Revista. Y hace cosa de un año y medio que pude suscribirme por primera vez, ya que mi economía me le empezaba a poder permitir. Poco más de ese tiempo me ha durado la aventura y el atrevimiento, porque hace cosa de unas semanas recibí una carta de la redacción informándome de su inminente cierre. Me quedo con los intensos ratos que hemos compartido en soledad y con las sensaciones que quedan dentro de mi, entrañables y placenteros recuerdos.

Una vez al mes abrías el buzón de correos y te encontrabas con tu ejemplar recién salido de las rotativas o de la imprenta. Ansioso le echabas un primer vistazo, y una vez seleccionado el material que más te interesaba devorabas los artículos uno a uno. Yo sentía verdadera predilección por algunas secciones de la Revista, como por ejemplo: “Sub rosa” (de la primera etapa de la revista) o “la mirada del narrador”, o por las excelentes críticas de películas de cine.

Es una gran pérdida el cierre de esta gran publicación “cultural”, quizás Rodrigo Rato no tenía ninguno otro  lugar de dónde recortar (esos bonus millonarios de los fracasados gestores de Bancaja es algo mucho más importante que hay que preservar), pero como Delgado-Gal dice en la carta que dirige a los suscriptores: “esperemos que esto sólo sea una interrupción, no un final. La crisis pasará, pero la cultura y el debate de las ideas encontrarán otros caminos para expresarse”.

Revista de Libros.

miércoles, enero 25, 2012

1000 razones para no dejar de leer. “Un reino confinado pero también abierto al mundo exterior “.


[…] "Lo que deseaba Moreno Villa era tener un cuarto, una habitación propia como la de Virginia Woolf, una habitación en la que saber quedarse en calma, como hubiera querido Pascal, un reino confinado pero también abierto al mundo exterior, como la torre del castillo en la que Montaigne instaló su escritorio y su biblioteca al retirarse tempranamente de las obligaciones públicas". […]

Antonio Muñoz Molina, en Babelia, 7 de enero de 2012.

Lee aquí el artículo completo.

lunes, enero 23, 2012

TEATRO. En la Luna. "Entre el aguafuerte y el sainete".


De Alfredo Sanzol.
Con: Juan Codina, Palmira Ferrer, Nuria Mencía, Luis Moreno, Jesús Noguero y Lucía Quintana.
Dirección: Alfredo Sanzol.
Alcalá de Henares. Corral de Comedias.





Tenían ganas de reír los espectadores que abarrotaban la otra noche las gradas y hasta los palcos del segundo piso del Corral de Comedias, predispuestos quizá por el éxito de crítica y de público que ha cosechado este montaje de Alfredo Sanzol durante las semanas de exhibición en la casa matriz de la capital del reino. Se nota enseguida un auditorio propicio cuando se comporta igual que el público de muchos estrenos integrado básicamente por miembros de la profesión que prorrumpen en carcajadas y rompen a aplaudir a sus colegas antes incluso de que el espectador común haya tenido tiempo para procesar el gesto o la réplica supuestamente graciosos y que habrían de provocarnos la risa. Ignoro el efecto que esa entrega a priori puede tener sobre el ánimo de los actores aunque me temo que nada bueno, porque quizá les exime del esfuerzo adicional de concentración que el actor se impone a sí mismo para alcanzar sus objetivos ante un público más exigente. Digo esto, porque me dio la impresión de que los actores, que por lo general hacen un buen trabajo -a veces excelente-, se dejan seducir en demasía por los cantos de sirena de la complacencia.

Complacencia, por cierto, de la que no está exenta la obra que arranca precisamente -siguiendo quizá el viejo principio de la oratoria, la “captatio benevolentiae”, y dando por sentado que al respetable siguen haciéndole gracia los chascarrillos sobre Franco-, con un chusco episodio sobre un pobre diablo que recibe sin esperarlo una extraña invitación de El Pardo para formar parte del grupo de los elegidos para trasportar el féretro con los restos del generalísimo el día de su entierro. Aunque, en fin, los caminos de la memoria son inescrutables y no habría que ponerle peros al siempre errático y caprichosos fluir de los recuerdos de la infancia, ese borroso compendio de sentimientos, de emociones, de deseos, sueños y frustraciones que es lo que al parecer pretende recrear el autor con esta pieza.

Como en sus montajes anteriores (Sí, pero no lo soy y Días estupendos, que reseñamos en estas mismas páginas) Sanzol recurre al la técnica del sketch, fragmentando la acción en varias microescenas a modo de flashes o apuntes que hieren la retina del espectador despertando en él ecos de situaciones similares a las vividas por los personajes (como el dedicado a La fiesta de cumpleaños), o evocando episodios dolorosos o controvertidos de nuestra historia reciente, como La fosa y El atraco, de claras connotaciones políticas. Desde la supuesta sinceridad de la mirada de un niño, ingenua, pero también severa, incisiva y hasta cruel, es la vida cotidiana de aquellos años turbulentos y esperanzados que se iniciaron con la muerte de Franco y el inicio de la Transición la que aflora en cada una de estas escenas, recreadas en clave humorística y con un tratamiento que va desde el tono levemente irónico hasta el sarcasmo.

Se agradece que el autor huya del tono panfletario y del maniqueísmo en las escenas de mayor calado político, y su ingenio para la parodia y la invención, y su humor absurdo y zumbón aunque hay escenas, que en su ejecución, se perciben en exceso tributarias de lo sainetesco y de la bufonada en el peor sentido del término.

Gordon Craig.

Teatro de la Abadia. En la Luna.
Gordon Craig en el Diario de Alcalá.

martes, enero 17, 2012

1000 razones para no dejar de leer: “Colores de otoño” de Henry David Thoreau.


[…] "Permitid ahora que vuestros paseos sean un poco mas aventureros y subid a la montaña. Si a finales de octubre subís a cualquiera de las montañas que rodean nuestro pueblo, o seguramente el vuestro, es muy probable que veáis… pues, lo que me empeño en describir [ la belleza de los bosques en otoño]. Sin duda veréis todo esto y mucho más, si estáis preparados para verlo, si lo miráis". […]

Henry David Thoreau, “Colores de otoño”, José J. de Olañeta, editor.

jueves, enero 12, 2012

1000 razones para no dejar de leer. “Los literatos del pasado son los creadores de los deseos de los hombres del presente”.


<< […] Y si los literatos del pasado son los creadores de los deseos de los hombres del presente, se sigue de ello que los literatos del presente han de asumir la tarea de configurar los deseos de las generaciones venideras. ¿Quién lo hará si no, dada la especialización profesional de las sociedades contemporáneas? La responsabilidad del intelectual de hoy es alimentar la conciencia del hombre de mañana a fin de que sienta una predisposición natural a la convivencia: su altísimo ministerio consiste en la educación sentimental del futuro. […] >>.

Javier Gomá Luzón, en Babelia, 10 de diciembre de 2011.

Lee aquí el artículo completo.

lunes, enero 09, 2012

CINE. “Percebeiros. Sea bites”.


¿Quién es Serxo Ces? Serxo es un percebeiro, un hombre de mar, un marinero, un hombre que se enfrenta al mar pegado a la roca soportando la violencia del oleaje para poder arrancar a la piedra el percebe, el marisco que luego vende para poder dar de comer a sus hijos y a su mujer.


Serxo es un héroe anónimo, aunque a él no le guste denominarse como tal, para Serxo, los verdaderos héroes son las mujeres. Pero a pesar de esto, Serxo es un héroe de la mar, podría tratarse sin lugar a dudas de alguno de los protagonistas de una novela de Jospeh Conrad o de Ernest Hemingway, pero en esta ocasión con un traje de neopreno negro a cuestas, como un superhéroe moderno que salta de roca en roca buscando el preciado marisco para poder ganarse unos duros.

David Beriain y Fernando Ureña han construido un precioso retrato de la continua lucha de Serxo con el mar en Sea Bites. Serxo te atrapa, te engancha y ya no te suelta hasta el final, desde su humildad (“sin mar no puedo vivir”), desde su sinceridad (“si tienes miedo no vas nunca”), porque te muestra una parte de su alma. Una gran realización del corto documental, su imagen tiene una fuerza tremenda, y una cuidada música, convierten a “Percebeiros” en una pequeña joya de apenas 10 minutos que sabe a poco.

Percebeiros. Sea bites” ha sido preseleccionado para los Premios Goya 2012.

Percebeiros en Youtube.
Percebeiros en Vimeo.

jueves, enero 05, 2012

TEATRO. Contraacciones. "La sonrisa del Gran Hermano".


De: Mike Bartlett.
Con: Pilar Massa y Goizalde Núñez.
Dirección: Pilar Massa.
Madrid. Teatro María Guerrero. Sala de la Princesa.



No he podido por menos de evocar el estremecedor final de 1984 de George Orwell en este comentario sobre Contracciones, la pieza de Mike Bartlett que se repone estos días en la Sala de la Princesa del teatro María Guerrero, ese momento dramático en el que Winston, sentado frente a su vaso de ginebra barata, levanta la vista hacia la telepantalla y confiesa comprender, al fin, la sonrisa del “Gran Hermano”. La conversión de Winston a la fe en el líder máximo del partido y su anulación como persona se producían por efecto del brutal poder represivo de la policía del pensamiento de un estado totalitario; aquí, ese poder coercitivo lo ejerce la empresa sobre sus empleados, por medios más refinados o “civilizados”, si se quiere, pero sus efectos son igualmente deletéreos. Allí se terminaba por convertir al ciudadano en siervo, aquí se convierte a un trabajador en esclavo; un esclavo agradecido que besa la mano de quien le da de comer.

“Dentro de ti no pueden entrar nunca” le había dicho Julia a Winston en alguno de sus escasos momentos de intimidad antes de que su relación fuera descubierta por los espías del partido. Y vaya si entraron, hasta convertirlo en un despojo humano, en un ser despreciable carente de orgullo y de dignidad; la firmeza de Emma y su mirada desafiante en la primera entrevista con su jefa denotan la misma incredulidad y la misma seguridad en sí misma que las palabras de Julia pero todavía no había dado comienzo el despiadado acoso, la intolerable intromisión en su intimidad, al que va a someterla una implacable Directora Gerente invocando unas sibilinas cláusulas contractuales diseñadas para erradicar cualquier atisbo de relación afectiva entre los empleados de la empresa que pueda suponer una merma de su productividad. Y es que, aunque revestida de un humor mordaz y con alguna pincelada de tintes macabros, esta pieza descarnada y corrosiva de Mike Bartlett viene a poner al descubierto el deterioro que están experimentando las relaciones laborales en una sociedad tan altamente competitiva como la nuestra y su profundo grado de deshumanización.

Las reducidas dimensiones de la sala y la extrema sobriedad de la puesta en escena propician la cercanía y la presencia física de las actrices que hacen un verdadero alarde de concentración y de contención expresiva. La tensión se palpa literalmente en el ambiente; y también la rabia, y el despecho, y la mordaz ironía de las réplicas y el destello fugaz de las miradas asesinas envueltas en palabras de terciopelo; y la toma de distancia, y la falsa cortesía, mientras se estudian con la mirada como dos hembras en celo. Dos actrices en estado de gracia: Pilar Massa (que también dirige el montaje) es la directora gerente, una mujer fría, calculadora, carente de sentimientos, una verdadera hija de puta que tras una estudiada mansedumbre y unos modales suaves esconde un corazón de hielo. Goizalde Núñez es Emma, una alta ejecutiva, resuelta, educada, fuerte, desinhibida, segura de si misma, pero que al final sucumbe a la presión de esta peligrosa nueva versión de la “policía del pensamiento” orwelliana.

Gordon Craig.

Teatro. Contraacciones.

Gordon Craig Diario de Alcalá.

miércoles, enero 04, 2012

1000 razones para no dejar de leer: “El encuentro” de Nadine Gordimer.


Nunca sabes cuando te vas a encontrar con un libro o con un escritor en concreto. Los caminos para llegar a una gran obra no están escritos, y por eso su lectura, tras su descubrimiento, se convierte en una experiencia más sublime aun si cabe.

Yo llegué a “El encuentro” de Nadine Gordimer, tras leer una muy buena crítica de J. M. Coetzee. Coetzee me tiene maravillado y pensé, si a Coetzee le ha gustado esta novela, ¿por qué no me puede gustar a mi?

Llegar a “El encuentro” fue otra historia. La novela está agotada desde hace unos cuantos años, y después de varios infructuosos intentos para adquirirla de segunda mano por Internet, desistí. Al final encontré un ejemplar del libro en la biblioteca del barrio, que está bastante bien surtida.

“El encuentro”, como ya indica su título, es la historia de Julie y Abdu, que por gracia del destino se conocen porque el coche de ella se avería en plena calle, y el taller mecánico más cercano es en el que trabaja Abdu. El destino quiere que se enamoren y se amen con pasión. Pero también les muestra la cara más amarga de la vida, Abdu es un inmigrante sin papeles, y Sudáfrica lo expulsa del país por su situación ilegal. Julie toma la decisión más importante, marcharse con su amado a su país natal, un país musulmán de medio Oriente.

La novela de Gordimer nos habla de los sentimientos, del amor, de la familia, de las frustraciones humanas, de las relaciones entre un hombre y una mujer, del misterio del ser humano. Y lo hace de una manera cautivadora, con un estilo simple, pulcro, pero incisivo. Gordimer nos lleva, poco a poco, a meternos dentro de las vidas de dos personajes muy diferentes, uno de ellos un inmigrante sin papeles que ansía con todas sus fuerzas incorporarse a la sociedad occidental y para ello está dispuesto a luchar a cualquier precio por conseguir su sueño; y el otro personaje, una mujer, hija de un acaudalado hombre de negocios, que no ha tomado todavía el pulso justo a la realidad, a la vida, y que pasa la mayor parte de su tiempo entre un trabajo cómodo y charlando con sus amigos en un café, mientras beben cervezas y fuman porros, a la vez que solucionan los problemas del mundo.

Una gran novela. Un magnífico regalo de Reyes para rezagados.

lunes, enero 02, 2012

1000 razones para no dejar de leer. "Albert Einstein y la crisis".


<< No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis, es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.

La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia.

El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos.

Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla. >>

Albert Einstein.

!Feliz Año 2012¡