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jueves, agosto 16, 2007

VIDA URBANA. Quizás...


Quizás las casualidades sean un capricho más del destino, pero la verdad es que en muchas ocasiones la sorpresa que uno se lleva es tan grande que se queda perplejo, estupefacto.

El otro día, en medio de una charla informal, descubrí que una compañera de trabajo fue ex-novia de un buen amigo. Mi colega es un tipo elegante, guapo, de los que le gusta cuidarse, y muy refinado: le gusta el arte moderno, la ópera y el cine independiente. Lo podría definir como una persona muy equilibrada, alegre y con unas ganas enormes de disfrutar de la vida.

Bueno, pues el caso es el siguiente: la ex-novia de mi amigo me contó que fueron pareja hace unos seis años, pero que se han visto hace poco. Por lo visto mi colega, en plan Bill Murray en Flores Rotas de Jim Jarmusch, ha decidido reencontrarse con todas sus ex-novias, pero no para ver con cual de ellas tiene un hijo que no conoce, sino para hacerles una especie de cuestionario sentimental, para poder estudiar en que situación sentimental se encuentra en estos momentos y poder sacar conclusiones.

Vamos que lo estoy flipando todavía. Y no entiendo nada. Pero nada de nada.

Quizás algunos, necesitemos un paso por un centro psquiátrico porque hay un problema dentro de nosotros que no se ha solucionado todavía, algo así como lo que viene a decir la canción, "los olvidados" del último trabajo de Sidonie, un disco inmenso por cierto que no debéis perderos y empezar a escuchar ya sin descanso.

Quizás también nos cueste quitarnos la careta de la sonrisa de a diario, para poder ver a las claras y sin tapujos, cual es la realidad que nos rodea.

O quizás se trate del destino.

Quizás.