jueves, abril 26, 2007
VIDA URBANA. Destinos y embarazos.
A veces te preguntas porqué una persona se dirige a ti, y te cuenta algo que le ronda la cabeza, que le lleva alterando el sueño durante semanas. Y no llegas a comprender porqué te elige a ti y ese preciso momento en concreto. Y cuando este tipo de situaciones se repiten y no se trata de una simple anécdota, el asunto te empieza a preocupar y algunas preguntas sin respuesta te acechan sin parar.
Recuerdo como si fuera hoy cuando Antonia se acercó a mi con una inmensa sonrisa hace unos cinco años y me invitó a un delicioso desayuno en una cafetería del madrileño Paseo de la Castellana. Era la primera persona, tras su marido, que sabía que estaba embarazada. Tampoco podré olvidar nunca la preocupación que le rodeaba en aquellos momentos tan difíciles por traer al mundo a una criatura. “No quiero que un hijo mío tenga que pasarlo mal en un mundo tan egoísta y tan cruel” decía una y otra vez. Pero sin embargo llevaba dentro de si el germen de una nueva vida que ahora es un niño precioso de cuatro años y medio.
Yo salvo darle la enhorabuena, un abrazo y animarla con una sonrisa inmensa, poco más pude añadir, porque parecía que tenía las cosas muy claras, y como no quería contrariarla de ninguna manera, me mantuve en discreto segundo plano. A ello se unió mi cara de incredulidad, por ser la “segunda” persona que conocía la buena nueva.
Y esta historia quedó medio olvidada hasta que el destino quiso que de nuevo nuestras vidas volvieran a coincidir este año. En esta ocasión Antonia vuelve a estar embarazada, pero sus temores pasados están olvidados y se le queda una carilla de felicidad cada vez que me habla de su hijo que parece que todo lo sufrido para sacarlo adelante ha valido la pena. Me lo comunicó compartiendo una buena mesa, y se me volvió a quedar cara de asombro al recordarme que no había olvidado que yo fui una de las primeras personas (la segunda) en conocer que estaba embarazada la primera vez, y que ella sabía que nos íbamos a volver a encontrar para volver a compartir la noticia de su segundo embarazo en cualquier momento y el lugar menos insospechado.
Otra vez. Yo de nuevo. ¿Por qué?
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5 comentarios:
bueno, mejor que quieran compartir una buena noticia que una mala no???
Hay coincidencias estupendas. Al menos de agradecer es que te cuenten ese tipo de noticias...
beshitos zalao...
Posdatilla: Ya era hora que contara de usted otra vez, majete.
Halo: Claro que es bueno compartir noticias como esa... Hay que estar también apra las otras... Pero, ¿por qué?
Chulima: la verdad es que por este tipo de pequeñas cosas vale la pena estar aquí cada día.
Más bss para ti. Un placer verte ta feliz.
¿Quizás porque sabes escuchar?
¿Quizás porque sabe que puede contar contigo?
Un besazo
Qué de Quizás, jajja... Quizás...
Más besos
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