domingo, noviembre 18, 2007

TEATRO. Don Quixote. "Casi una road movie”.


De Miguel de Cervantes.
Adaptación de Pablo Ley y Colin Teevan.
Mom Producciones/West Yorkshire Playhouse. Dirección Josep Galindo.
Con: Tony Bell, Stephen Casey, Alasdair Craig, Andrew Dennis, Rachel Donovan, Greg Hicks. Alan McMahon Caitlin Mottram, Laura Power y Phoebe Soteriades
XXIV Festival de Otoño. Teatro de Madrid. 26 de mayo de 2007.


Si hace un par de años Boadella trasladaba la acción del Quijote a un “lugar de Manhattan”, ahora el espléndido elenco de la West Yorkshire Playhouse, comandados por Joseph Galindo y Pablo Ley devuelven a nuestro insigne caballero Don Quijote y a su inseparable escudero Sancho Panza al lugar natural que les corresponde, a las planicies del Campo de Montiel, a las breñas de Sierra Morena o a las playas de Barcelona, bien que convertidos ambos, al menos por lo que a la ambientación espaciotemporal se refiere, en dos autoestopistas que protagonizan una especie de alocada y delirante “road movie”, donde los caminos reales son desoladas autopistas, las ventas son moteles de carretera, las mozas de mesón se ha transformado en chicas de alterne, los arrieros en excursionistas en bici de montaña y las princesas encantadas en coristas de Music Hall.

Pese a tan drástica traslación de la acción a la actualidad, el montaje, nos parece, ha salvaguardado la antítesis entre ficción y realidad presentes en la novela porque la fértil imaginación de nuestro caballero se encarga de acomodar esta nueva realidad a sus deseos, resultando, si cabe, más anacrónicos su comportamiento y actitudes, más hiriente la parodia y más dramático el fracaso en sus reiterados intentos por transformar esa realidad y adecuarla a los cánones de la mentalidad caballeresca.

Se trata de una libérrima interpretación de los lugares, de los episodios y de los personajes de El Quijote; de una lectura personalísima del texto para cuya plasmación escénica se ha utilizado elementos expresivos propios del lenguaje del cine, del cabaret o del musical, que muestra no obstante una rara coherencia, fruto del perfecto ensamblaje y dosificación de dichos elementos, y de su supeditación a un objetivo primordial: dar soporte y cobertura a los más bellos pasajes del texto originario, que en la voz y el ademán de sus protagonistas traen hasta nosotros, sin desvirtuarla, la esencia del mensaje cervantino.

Rescatan para este fin los episodios más celebrados de la novela sin caer nunca en el tópico ni en la grandilocuente reverencia con que se suelen tratar este tipo de textos, desde el escrutinio de la biblioteca de don Quijote llevado a cabo por el Cura y el Barbero, hasta el famoso duelo (en una “disco” y por un quítame allá esas pajas) con el caballero de la Blanca Luna, y la rendición de nuestro héroe, y su promesa de volver a casa, pasando por las razones de la pastora Marcela, las visiones de la cueva de Montesinos o las chanzas y burlas de que son objeto nuestros héroes en casa de los duques a su paso por Barcelona.

El resultado es un espectáculo fresco y divertido, de ritmo trepidante y extraordinaria libertad compositiva, lleno de sorpresas y de invención, con su pizca de sarcasmo, a veces, aunque en general el humor es desenfadado y jovial. Un juego irreverente y trasgresor, de una desbordante fantasía en la iluminación, en los figurines o en los efectos especiales y con un riguroso y esforzado trabajo de los actores. Suena bien este innovador Don Quixote en el noble lenguaje de Shakespeare, y pasada la sorpresa inicial, uno llega a familiarizarse con los patrones de entonación y con la distinta cadencia de las frases y disfruta un rato largo fantaseando con la idea de un hidalgo trastornado merodeando por los intrincados bosques de Sherwood o peleándose con el mismísimo monstruo del lago Ness si fuera necesario para salvar de sus garras a la princesa Ginebra.

Gordon Craig.
29-X-2007.

2 comentarios:

El Ratoncito Pérez dijo...

Tienes trabajo en mi blog

Doctor Brigato dijo...

Hola ratoncito. No me gusta el asunto este de los memes. Hice una excepción con uno que me mandó Enlaoscuridaddelanoche. Lo siento tronco. Un abrazo.