Robert de Niro estrenó su última película hace unas semanas, “El buen pastor” se titula, y salvo porque se hace un poco larga es una buena película. Se trata de una buena historia, muy bien filmada, con excelentes recursos, documentada y con un guión muy trabajado. “El buen pastor” nos narra como nació la OSS, los servicios secretos norteamericanos, tras la Segunda Guerra Mundial y como más tarde tras el comienzo de la Guerra Fría, nace la CIA, para hacer frente a la propaganda y el poderío militar de la Unión Soviética.
La película de de Niro, podría quedarse en un simple “thriller” de intriga con algunas pinceladas de acción, o en una película ambientada históricamente en unos decenios convulsos, los que van desde el fin de la 2ª Guerra Mundial hasta finales de los 60, y muchas veces poco transparentes; pero sin embargo, el americano nos ofrece un algo más, un valor añadido de regalo; ese algo más que diferencia a las grandes películas del resto.
Yo me dejé pendiente tras ver “El buen pastor”, una pequeña reflexión que venía a responder a la siguiente pregunta: ¿el destino hace al hombre, o cada hombre hace su destino? Y también a: ¿un hombre es capaz de dar su vida por una causa que él cree justa?
Ambas preguntas son difíciles de contestar pero a pesar de mi ingenuidad y mi torpeza voy a intentar responder a ambas. Sinceramente, y muchos pensaréis que soy un romántico, creo que el destino de una persona está escrito. Fundamentaría mi respuesta apoyándome en una teoría paralela a la de los Universales Lingüísticos de Chomsky, viniendo a sostener que desde que nacemos, traemos algo inherente a nuestra propia naturaleza que nos iría marcando la senda a seguir, el camino predestinado de cada uno.
¿Uno nace triste y así está escrito? Creo que si, lo puedo afirmar con rotundidad, y el alcanzar, al menos disfrutar de los máximos momentos de felicidad con uno mismo y sus semejantes, dependerá de su estado de madurez, de su grado de conocimiento de uno mismo y de la asimilación de que uno es como es y punto. Algo así como aceptarse así mismo y de conocerse cada vez más y disfrutar de la experiencia vital que cada uno tiene, que nos cuenten lo que nos cuenten, es limitada.
La segunda respuesta es más complicada de responder. Creo que mucha gente es capaz de dar su vida por una causa justa o por salvaguardarla por la de los demás: p.e. los servicios de emergencia de la ciudad de Nueva York durante el 11S, muchos de nuestros concejales en el País Vasco, y así, miles de casos más.
A nivel individual es más difícil dar una respuesta a esta cuestión. Ibsen, en su magistral obra: “Un enemigo del pueblo” venía decir que el hombre más libre, más fuerte, es el que está solo, y yo creo que el hombre que está solo es el que cree que su existencia se debe a una causa justa, a su lucha sin cuartel por mantener vivo su ideal.
En nuestras sociedades actuales, asustadizas dónde las haya, no hay nada más que ver las manifestaciones masivas de ciudadanos occidentales, que se echan a la calle para exigir la rendición de su nación ante el opresor nada más ser golpeadas: 11M en Madrid, 7J en Londres, etc, en vez de plantar cara al enemigo y decir mientras aprieta los dientes: aquí estamos, vuelve a atacar si puedes; es difícil de encajar el papel del nuevo héroe, solitario y valiente, que es capaz de dar su vida por una causa justa.
En la actualidad, rodeados de marketing, con una sociedad consumista aullando por las cuatro esquinas de nuestra vida y con unos medios de comunicación, el nuevo poder real, que nos martillean con mensajes que parecen más dogmas de fé que informaciones, y nos indican quienes son los malos y quienes los buenos, y qué debemos creer y lo qué debemos detestar porque es así, sin ni siquiera darnos un margen para documentarnos y decidir por nosotros mismos, parece imposible que alguno de nosotros se atreva a levantar la voz y discrepar de la verdad “oficial” y utilizando su cabeza decir lo que siente, lo que “en realidad” palpa día a día.
Pocos defensores de causas perdidas quedan, contadas voces discrepantes con el poder establecido, ínfimas almas libres que se atreven a decidir por ellas mismas y a gritar bien alto hasta aquí hemos llegado. Creo que la salud de una sociedad se demuestra día a día y su grado de libertad no consiste en recordar a cada momento que somos de tal o cual manera, sino en poder ejercitar esa libertad en cada momento y en cualquier lugar. Ante tal situación, en nuestras viejas naciones, sólo nos queda el rencor, el miedo, la envidia y la cobardía, el mirar hacia otro lado, el que el otro se dejé la piel porque la víctima algo habrá hecho: el fin.
Pocos idealistas quedan. No sé si en mi queda algo de idealismo, pero al menos si de nostalgia, y de esperanza en que las cosas pueden ir a mejor y cambiar en el futuro. Y también en que cada persona, como centro mismo del Universo, pueda reivindicarse y buscar su camino, o su justa causa, como él guste, pero que la pueda llevar a cabo en plena libertad.
4 comentarios:
Si, sin duda eres un romantico. Ojalá serlo no fuera la excepción.
Por cierto, si averiguas donde está el libro del destino, mira el mio, por que llevooo una rachaaa...
Beshitos wapo bond
Chulima: pues porqué no ese ójala se pueda convertir en una llamada al corazón de nuestros lectores, para que abran su corazón al romanticismo, a la esperanza, al humanismo, al regreso a la vida...
No tengo mucha curiosidad en encontrar ese libro; pero si se cruza en mi camino, te enviaré un emisario especial con carta certificada a tu nombre con las bellas palabras que describirán tu devenir futuro.
Más Bss.
Yo tiendo a creer que el destino nos lo forjamos nosotros, pero que sí están escritas una serie de oportunidades, que puedes o no aprovechar.
Que está escrito que esa persona se cruzará en tu camino y te tocará con su luz... pero que tendrás que ser tú el que haga lo posible para conservarla...
Y dar la vida por algo justo... quiero pensar que sí. El problema es que en esta sociedad es difícil tener capacidad para discernir, y nos perdemos...
¿Sabes? Creo que no te queda un poco de idealismo, te queda mucho, y ¡que dure!. :-)
Un besazo y ¡que vivan los románticos!
EnlaOscuridad: Yo creo q ambas partes tienes q poner algo para conservar lo que empezó...
Yo creo q al menos hay q intentar discernir y encontrar un camino...
Dos vivas.
BSS
Publicar un comentario