miércoles, septiembre 06, 2006

Divagaciones. Vacaciones.

Agosto ya se terminó. El periodo vacacional se agota día a día. Las rutinas empiezan a encajar en la cotidianidad de cada uno. La vida vuelve a la “normalidad”. Pero, ... para la gran mayoría, no para mi.


Desde hace tiempo el ir contracorriente forma parte de mi vida diaria. Creo que es una forma diferente de disfrutar de cada día. No consiste en “creérselo” y convertirse en un esnob, ni más ni menos hay que intentar hacer lo que todo el mundo hace pero cuando esa inmensidad de masa o ya lo ha hecho o no piensa hacerlo en el preciso momento que tú has elegido.

Tuve unos días de asueto en julio, minucias comparado con lo que me espera en septiembre. Primero hay que disfrutar de unos días de desconexión total, descanso, buena comida, muchas horas de sueño y actividades poco intelectuales como arreglar el jardín o pintar las puertas del garaje. Claro está, el idílico lugar al que me refiero responde al nombre de Walden. Mi hogar.

Después de esto nada mejor que un poco de música en buena compañía. El Festival Ebrovisión de Miranda de Ebro en Burgos me espera un año más. Todos sabemos lo que conlleva un festival de música aparte de las buenas vibraciones: risas, momentos inolvidables y situaciones inverosímiles con los amigos. Algunos se lo quieren perder. Allá ellos.

Los postres siempre son los platos más apetecibles de una buena comida y como no podía ser menos el “postre” de esta declaración de “malas” intenciones tenía que ser especial. Unos días, añorados desde hace tiempo, en compañía de unos ojitos azules encantadores cerca del mar se presenta como un postre demasiado apetecible como para dejarlo pasar.

El colofón lo protagonizarán unos últimos momentos que voy a dedicar en exclusiva a la lectura. Entre los afortunados títulos que quiero que pasen por mis manos están varias obras de Ian McEwan, “Sábado” y “Expiación”, segundas lecturas ambas, pero también quiero volver a disfrutar de la exquisitez de la Poesía de Pedro Salinas y Luis Cernuda. Quiero llegar a octubre, cuando el otoño enseñe ya su patita por debajo de la puerta en plenas facultades, con las pilas suficientemente cargadas para afrontar un nuevo curso que seguro llegará preñado de sorpresas y buenos momentos.

2 comentarios:

Sir Hannofer el Maligno dijo...

Tu singularidad alcanza cotas insospechadas.
El Ebrovisión de este año va a ser la hostia, recordarás la actuación de los posies durante años.
Si me permites una recomendación literaria, píllate La vida invisible, de Juan Manuel de Prada, lo vas a flipar.

Doctor Brigato dijo...

Sir Hanno: le tengo unas ganas ya al Ebrovisión... Acepto la recomendación.
Balita: Bienvenida otra vez. Gracias. Me debes un mail con los detalles de tus excursiones estivales. BSS