La exposición “Espíritus de Don Quijote” que sacaba a la calle 63 esculturas inspiradas en el genial caballero creado por Cervantes, de diferentes artistas nacionales, ha sido retirada de las calles de Guadalajara debido al “secuestro” de alguna de las figuras y porque otras han sufrido diversos actos vandálicos que han mutilado algunas esculturas.
Dos apuntes: la despreocupación de los responsables municipales por la vigilancia de la muestra no tiene nombre. Las personas que tienen este tipo de responsabilidades, cargos electos públicos, y no cumplen con su deber sólo pueden pagar de una manera: la dimisión y el escarnio público. Los autores: jóvenes mimados de veinte años, que después de una borrachera pagada por papá, destrozan todo lo que se encuentra por su camino, en este caso las figuras de Don Quijote, deben ser castigados con severidad. Un ejemplo: que sus padres, responsables de estas “criaturas” malignas que asolan nuestras calles, paguen hasta el último céntimo de la factura de la restauración de las figuras.
Guadalajara no tiene remedio, siempre será diferente, caracterizada por el civismo y la educación de sus ciudadanos, por la ejemplaridad y la honestidad de sus responsables municipales, el nombre de la ciudad quedará marcada para siempre por un hecho como este que nunca olvidaremos: una vez más, una vergüenza nacional.
2 comentarios:
¿Cómo sabes que son veinteañeros, y que lo hacen después de una borrachera, y que se la ha pagado sus padres?
Basicamente porque algunos han sido detenidos por la policía municipal este pasado fin de semana: eran veinteañeros según la noticia de la Tribuna de Guadalajara, se estaban "divirtiendo" después de una noche de fiesta. Esos niñatos mal criados no trabajan, es decir o se prostituyen o las copas las pagan sus padres.
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