sábado, enero 15, 2011

TEATRO. Todo es enredos amor. “Amor no ha menester tiempo para rendir albedríos”."


De Diego de Figueroa y Córdoba.
Con: Mamen Camacho, María Prado, Georgina de Yebra, Badía Albayati, Francesco Carril, Julio Hidalgo, Héctor Carballo, Paloma Sánchez de Andrés y otros.
Pianista: Ángel Galán.
Versión: Julio Salvatierra. Dirección: Jorge Lavín.
Madrid. Teatro Pavón. 9 de enero de 2011.


El éxito de muchos montajes de piezas de nuestro teatro áureo reside en gran medida en lo acertado de la adaptación. Cuanto más drástica es la intervención sobre el texto original la responsabilidad del adaptador se acrecienta y con ella el riesgo de fracasar en el empeño. Los más puristas probablemente se sientan un tanto defraudados por el trabajo de Julio Salvatierra -que ha sacrificado en muchas ocasiones la sonoridad y la imaginería barrocas de la obra que comentamos a la comprensión de la idea-, sin embargo, si uno pone en relación su trabajo dramatúrgico con el tono general del montaje y su aire juvenil, alegre y desenfadado, casi vodevilesco, que le ha conferido el director, Álvaro Lavín, no deja de advertirse una rara coherencia de conjunto, lo que es muy de agradecer. Y lo agradecerán, sobre todo, a buen seguro, los escolares que vengan a ver este espectáculo, que empujados muchas veces a asistir al teatro como una actividad más de las programadas por los seminarios de Literatura de los institutos, se ven obligados a enfrentarse a una temática ajena a sus preocupaciones vitales y a vérselas con un lenguaje que está muy lejos de comprender. Hasta los apartes, curioso mecanismo de desdoblamiento enunciativo que tanto rendimiento comunicativo tiene en el teatro barroco, se han hecho intencionadamente evidentes -quizá un tanto en exceso-, y apoyados por una gestualidad explícita, para facilitar la comprensión del texto, a la vez que se potencia su carga de comicidad. Y, en fin, el montaje está concebido también en función del elenco de jovencísimos intérpretes de esta segunda hornada de actores y actrices de la Joven Compañía de Teatro Clásico.


El resultado es sin ambages satisfactorio. Te ríes un buen rato con los devaneos y enredos sin cuento de esta pareja de jovencitas, Doña Elena y Juana (aquí, más que criada compañera de correrías) que, disfrazadas de hombres se hacen pasar por estudiantes y llegan a una posada de Salamanca persiguiendo a la buena pieza de don Felix, del que Doña Elena está perdidamente enamorada. No revelamos más del argumento porque gran parte del interés de esta obra radica en la intriga, enrevesada como pocas, y en cómo se va deshaciendo el embrollo hasta llegar al desenlace.

Baste decir que las complejidades del texto por lo que se refiere a las exigencias del espacio y del movimiento escénicos está bien resueltas y que, pese a la bisoñez de los actores, la psicología de los distintos personajes, sus intenciones ocultas, sus sentimientos, sus propósitos, etc.. afloran con bastante naturalidad; si bien se advierte, en general, una irreprimible tendencia al grito que habría que corregir. El exceso de vehemencia o una acentuación demasiado enfática diluyen la riqueza de matices que una dicción más reposada y contenida podrían extraer del texto. La labor del pianista, subrayando con sus acordes o con sus comentarios jocosos determinados momentos álgidos del desarrollo de la obra es un espléndido contrapunto al ocasional envaramiento del verso o a la tendencia espontánea a solemnizar algunas situaciones. En resolución, aunque la obra participa de muchos de los motivos y tópicos de la comedia del Siglo de Oro y aunque es seguro que puede depurarse muchos aspectos del trabajo actoral, el espectáculo en su conjunto depara múltiples ocasiones para el disfrute y para el regocijo.

Gordon Craig.

CNTC. Todo es enredor Amor.

1 comentario:

mfc dijo...

Doctor Brigato: es difícil seguirle el ritmo de consumo escénico con el que alimenta este blog. Pero por una vez he visto la obra a la que se refiere. Me lo he pasado fenomenal y he salido con la agradable sensación de haber comprendido todo el texto, algo que jamás me había pasado con una pieza de teatro clásico. Un saludo, estupendo blog! (marta ex cnn y cuatro).