¿Por qué no proponer una lectura incisiva y mordaz sobre la Guerra Civil española cuando ya ha llovido tanto, cuando ya está prácticamente olvidada? No hay que dar muchas explicaciones, y yo no las voy a dar aquí porque no quiero, pero si una sola pequeña pincelada: para que no quede en el baúl de los recuerdos que un pueblo se levantó en armas para luchar por la libertad, la suya, la nuestra, la misma que hoy gozamos todos. Para que no la despreciemos, su valor se fraguó con la sangre de muchos compatriotas.
André Malraux, nos ofrece una visión cruda, difícil de encajar hoy en día, de la guerra; de la Guerra Civil española, de la que fue protagonista en primera línea, luchó por la República. La obra está estructurada en tres partes: “la ilusión lírica”, “el Manzanares” y “la esperanza”, donde se van desgranando desde los comienzos de la contienda con la insurrección de los militares, bajo un clima político insostenible, con la organización de las milicias de los sindicatos, de las fuerzas políticas de izquierda y la llegada de las brigadas internacionales, puñados de ilusionados voluntarios de todo el mundo que vinieron a defender la libertad, para hacer frente al alzamiento, pasando por los acontecimientos más importantes de la contienda: la caída de Toledo, y de su Alcázar, la fraticida lucha por Madrid, la batalla por Huesca, la heroica batalla de Guadalajara, hasta terminar con la contienda abierta, con la esperanza ardiente en todos y cada uno de los combatientes que son leales a la República, pero con la guerra ya perdida.
La novela de Malraux es un canto a la libertad, es el testimonio del grito revolucionario de un pueblo, del pueblo español, aplastado y desangrado en la batalla por las hordas fascistas, que alzó su voz, agarró un fusil y cargó hasta la muerte. En “la esperanza”, a través de multitud de personajes, se describen comportamientos humanos, la amistad, la gallardía, la locura, el terror, la soledad, la cobardía, la entereza, la tristeza, la realidad de las personas, lo que son, lo que llevan dentro; la guerra deja a un lado lo que esconde cada uno detrás de su rostro, refleja sin embargo lo más profundo de cada ser al interponerse en su camino situaciones límite.
El lenguaje de Malraux es directo y expresivo, es duro y valiente, comprometido. “L’Espoir” ofrece algunas descripciones espeluznantes, como la de la resistencia de Madrid, o la de la batalla de Guadalajara, que dejan al lector con un nudo en la garganta, rodeándole de rabia, de impotencia, de miedo, de asco, de vergüenza. Nos encontramos ante una de las obras cumbres de su autor, junto con “La condición humana”, que lo convierten en uno de los escritor de referencia del siglo XX. De obligada lectura.
Doctor Brigato.
Referencia bibliográfica: L’Espoir, por André Malraux. Barcelona: Edhasa, 2001.
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