domingo, julio 03, 2005

LIBROS. Joseph Conrad, ese olvidado narrador. “El corazón de las tinieblas y otros relatos” .

Acabo de terminar de leer, “El corazón de las tinieblas y otros relatos” de Joseph Conrad. Era una lectura que tenía pendiente desde que volví de Kenia, una compañera de redacción de vídeos, me lo recomendó encarecidamente, y prometió prestármelo allí, pero no hubo tiempo para más.
Cuando llegué a Madrid me compré el librito, que viene acompañado de otros dos relatos: “Juventud” y “En las últimas”, es una edición de Dámaso López García y lo edita Valdemar.

Joseph Conrad es de origen polaco pero nacionalizado inglés, todos sus escritos versan en la lengua de Shakespeare. Es un escritor preciosista, exuberante, y su traducción se hace complicada para un traductor poco conocedor de la lengua castellana y de la obra de Conrad. No es el caso de esta traducción, muy buena.

La obra comienza con el relato “Juventud”, que nos narra las peripecias de un joven marinero, en su primera travesía hacia Bangkok. La frescura de la narración, y el marinero Marlow, protagonista, que nos atrapa desde el comienzo de la historia, con sus ganas por descubrir, por degustar las vicisitudes que la vida, el viaje hacia el Oriente, le va a deparar. Un relato breve, pero de altura para comenzar la lectura.

El segundo relato es “El corazón de las tinieblas”, quizás uno de los más conocidos del autor junto con “La línea de sombra” y la novela “El agente secreto”. Está vez Conrad, gran marino y viajero en la vida real, nos presenta al Capitán Marlow, ya curtido, una persona madura, que busca algo más dentro de si mismo. Este ahogo interior le hace aceptar un puesto en un barco de vapor para una ruta fluvial peligrosa en el Congo africano. El relato tachado de racista, nos ofrece una crónica fiel del estado de los nativos en el corazón de África en plena época de la colonización. La búsqueda del Capitán Marlow se convierte en una búsqueda en si mismo, personificada en el encuentro con Mr. Kurtz, un comerciante de marfil, el mejor, una verdadera leyenda en la colonia belga. Conrad te ahoga con la búsqueda sin descaso de Marlow del mítico Kurtz.

El último relato, y valga la repetición “En las últimas”, es una verdadera joya, sólo apto para paladares exquisitos. Escoged el mejor sillón de vuestra casa, y dejaros llevar por la magia de la pluma de Conrad.

Esta vez el protagonista es el Capitán Whalley, un gran marino, descubridor de un paso seguro por islas del Pacífico, una de las cuales lleva su nombre, para las mercancías con la metrópoli, antes de que se abra el Canal de Suez. Esta vez no se trata de un inexperto jovenzuelo, ni de un intrépido y experimentado capitán. Whalley es una institución dentro de la Marina, que por vicisitudes de la vida, cuando ya es mayor cae en desgracia.

Whalley te atrapa, te guía cogido de la mano hasta dentro de sus entrañas y te lleva por los Mares Orientales como si tú estuvieras al mando del “Sofola”, su último barco. El relato es exquisito, con un final inesperado, digno de un narrador con mayúsculas. Disfrutadlo.

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