<< […] Arsule tira como una mula, obligando caderas y riñones. La
emoción de su carne, el trabajo de sus venas, la vuelven como una maldición.
Sus pechos son de nuevo yemas de árbol, Se estira la blusa que le frota los
pezones y la pone nerviosa. Aspira para sentir mejor el olor a sudor de
Gedemus. Ella también suda y se dobla hacia las axilas rastreando su propio
olor. Por dentro gime: mamá, mamá como de miedo […] >>.
Renadío de Jean Giono.
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