viernes, febrero 28, 2014

TEATRO: El pretendiente al revés. "Laberíntico carrusel de pasiones".

De Tirso de Molina.
Con: José Maya, Alicia González, Eliana Sánchez, José Bustos, José Troncoso y Toni Madigan.
Música: Toni Madigan.
Dirección: José Maya.
Madrid. Teatro Fernán Gómez.  




Fiado quizá en el éxito alcanzado en 2008 con el montaje de La mujer por fuerza, y acompañado por parte del equipo con el que emprendió aquella empresa, José Maya vuelve de nuevo al rescate de una pieza apenas conocida de Tirso de Molina. Vaya de antemano nuestro reconocimiento, merecido, aunque sólo fuere por su empeño en sacar a flote una parte de nuestro rico patrimonio cultural olvidado y por darnos la oportunidad de disfrutar de la música del verso y del magistral dominio del lenguaje del que hacían gala nuestros mejores autores del Barroco cuyo verbo exuberante hoy casi nos intimida, en un tiempo caracterizado por la ramplonería expresiva y por el menosprecio y el maltrato del idioma.

Una vez más, las protagonistas son dos mujeres y de nuevo, el simulacro y el fingimiento constituyen la materia primordial sobre la que se sustenta la trama. Pero si en La mujer por fuerza, o en Don Gil de las calzas verdes, por poner un par de ejemplos, Finea y doña Juana, protagonistas respectivas de estas obras, se sirven del atuendo para encubrir su verdadera personalidad e intenciones, aquí el disfraz es, si se me permite decirlo así psicológico, del orden de la simulación. Leonora, ante la insólita e infamante petición del duque de que sea su valedora ante Sirena, reprime como puede su indignación y simula, en un alarde de doblez, colaborar con su marido. Pero desde ese mismo instante ya está fraguando su venganza (“yo le daré la ponzoña / misma que a beber me ha dado”). Su demoníaco plan, en el que se embarca con una absoluta determinación y falta de escrúpulos, incluye a su propio marido y a los enamorados Carlos y Sirena. Al Duque le exige, a cambio de “colaborar” en su propio deshonor, que induzca a Carlos a cortejarla; a Sirena la chantajea para que haga lo mismo (“si por ti Carlos me ama / al Duque haré tal engaño / que resultando en su daño, / quede segura tu fama”) y así cerrar el cerco en torno al joven para que supere su perplejidad e indecisión. Poco a poco una inextricable red de engaños y embelecos se va tejiendo entre los personajes, obligados a enmascarar sus verdaderos sentimientos y deseos para satisfacer sus intereses ocultos.

La artificiosidad de la intriga es tal que a veces cuesta seguir el hilo de los acontecimientos y hace falta una absoluta concentración para no perderse en ese laberíntico carrusel de pasiones y desatinos. La drástica reducción textual y de personajes no ayuda tampoco a la legibilidad de la obra, porque, pese a la meritoria labor de síntesis llevada a cabo por el responsable de la adaptación en la que se respetan las líneas maestras del conflicto, los personajes necesitan quizá un poco más de espacio para desplegar todo su potencial psicológico y los actores todo su potencial interpretativo, que es mucho, de forma que el ritmo sea un poco más pausado, el desarrollo de la acción no resulte tan esquemático y las escenas tan comprimidas. El público -¡Ah los móviles! ¿habrá que prohibirlos en la sala?- tampoco tuvo su mejor tarde y me pareció en exceso frío y distante.

Gordon Craig.

 El pretendiente al revés en el Teatro Fernán Gómez.

miércoles, febrero 26, 2014

1000 razones para no dejar de leer. Entrevista a Max en Jot Down.

<< [...] Hablábamos antes de la entrevista de teóricos del humor que lo han presentado como fuerza redentora, también liberadora, y como un milagro, una defensa contra el dolor del mundo. ¿La risa «salva» o es una forma de evasión más?

No, yo creo que salva. Sí, rotundamente sí. Tampoco me voy a poner trascendente, nadie se va a salvar de la desgracia por estar todo el día escuchando chistes, aunque sean muy buenos. Pero sí creo que el humor tiene que teñir la relación de uno con el mundo, ser un filtro, en el sentido de tomárselo todo con ese colchón que te da la ironía y el humor. Eso es sano, es una actitud que ayuda a pasar por el mundo un poco más relajado.[...] >>

"Entrevista a Max en Jot Down.


sábado, febrero 22, 2014

viernes, febrero 21, 2014

1000 razones para no dejar de leer. "Poder Real: El pinchazo, majestad, estaba en todo lo alto". En el diario de Javier Villán.

<< [...] El arte y el conocimiento puede hacer mejores a las gentes y más sabias; y mostrarles campos de libertades posibles, a cambio, como se ve, de la propia libertad. Eso, en sí es ya una revolución, con letras pequeñas y entre comillas: un factor de desestabilización frente a la impostura cínica e inmutable de ley y orden. [...] >>



"Poder Real: El pinchazo, majestad, estaba en todo lo alto". El diario de Javier Villán.


martes, febrero 18, 2014

TEATRO. Kafka enamorado. "El habitante de la cueva".

De Luis Araujo.
Con: Beatriz Argüello, Jesús Noguero y Chema Ruiz.
Escenografía: Alicia Blas Brunel. Vestuario: Rosa García Andujar.
Música: Luis Delgado.
Dirección: José Pascual.
Madrid. Centro Dramático Nacional. Sala de la Princesa.



Kafka enamorado recrea la tormentosa relación sentimental que el autor pragués mantuvo con Felice Bauer; una relación atípica, plagada de dificultades, debido en gran medida al carácter depresivo e inestable del Kafka y que se había de prolongar con sucesivas rupturas y reencuentros durante más de seis años, desde que el escritor conoció por primera vez a la joven en casa de su amigo Max Brod en el verano de 1912 hasta la ruptura definitiva en 1917.

A partir de su voluminosa correspondencia y de las anotaciones en sus diarios, Luis Araujo ha hecho una minuciosa reconstrucción de esos años de incertidumbre y de tanteos en los que el autor de La Metamorfosis descubre a la vez el amor y su verdadera vocación de escritor para constatar, consternado, que la literatura, a través de la cual había empezado a conquistar una cierta independencia del padre constituía en sí misma una actividad absolutamente absorbente y excluyente que le imposibilitaba para concluir con éxito su ansiado proyecto de matrimonio.

Como corresponde al tono y al contenido del material objeto del trabajo dramatúrgico el montaje destila el inconfundible aroma de la confesión íntima, que, dada la enorme capacidad de introspección del novelista se traduce en escenas de un crudo y lacerante realismo que revelan, a veces con insoportable verismo, los más escondidos rincones de un alma atormentada por la frustración, el desengaño, la inseguridad, la impotencia y el sentimiento de culpa.

El propio marco físico de la representación -una sala de reducidas dimensiones en la que casi alcanzamos a tocar a los actores y a percibir como si estuvieran a nuestro lado sus más ligeros gestos o cambios de entonación-, y el soberbio espacio sonoro que ha creado Luis Delgado, que es una auténtica prolongación del estado anímico de los personajes, coadyuvan a reforzar esa rara y perturbadora sensación que tenemos de penetrar en el terreno vedado de su intimidad. Aunque, desde luego, los verdaderos responsables del prodigio son los actores, que, para empezar, nos deleitan con una dicción y un fraseo de una calidad poco frecuente, desprovistos de cualquier vestigio retórico, de precipitación o de amaneramiento. Desde su primera aparición en escena, en su aspecto un tanto desaliñado, en su actitud medrosa, como avergonzado de justificar en voz alta el sentimiento de felicidad que le embarga cuando escribe, o en la extremada cortesía con la que trata a su amigo Max Brod y a Felice, Jesús Noguero, se mete de lleno en el personaje del joven Kafka para darnos una imagen bastante coincidente de la que nuestro imaginario se ha forjado del escritor a partir de los documentos gráficos y de la lectura de sus obras. Vemos un ser menesteroso y huraño, desconfiado, asustadizo y necesitado de comprensión; vemos aflorar su entusiasmo y agitación ante la perspectiva de una vida en común con la joven, su terror sobre el futuro de Europa, los recuerdos de su infancia robada, su repugnancia por el sexo o su ansiedad creciente ante la perspectiva de tener que renunciar a la escritura, de abandonar su “cueva”.

Respecto a Beatriz Argüello cabe decir que hace un espléndido trabajo como Felice Bauer; vital, independiente, decidida, siempre al quite de la indecisión, de la timidez incluso de las torpezas de Franz para relacionarse con el mundo exterior; atenta a los requerimientos del escritor, complaciente con sus obsesiones y temores está dispuesta a dar rienda suelta a su pasión amorosa que se desborda con inusitada fuerza en Marienband pero también se muestra enérgica en sus reproches (“¿Alguna vez me has dado a mi esa oportunidad?” le increpa implacable a raíz de su desliz con Grete) e irreductible en su postura de no renunciar a una vida plena como mujer y como madre, más allá de ese mero “deber ineludible” en el que Franz cifra la vida del matrimonio, supeditada siempre a la llamada impostergable de la literatura.

Gordon Craig.

Kafka enamorado en el Centro Dramático Nacional.

miércoles, febrero 12, 2014

1000 razones para no dejar de leer. “Breviario de teatro para espectadores activos”. Discurso de ingreso en la RAE de José Luis Gómez.

<< El teatro es un juego, uno de los grandes juegos que ha inventado el ser humano en su búsqueda de la supervivencia y la salud común: un formidable juego simbólico, especular, que devuelve o suscita en el espectador imágenes de la vida, de sí mismo, de la sociedad; imágenes del defecto y del exceso, del pasado y del presente. >>



Breviario de teatro para espectadores activos”. Discurso de ingreso en la RAE de José Luis Gómez.


lunes, febrero 10, 2014

FOTOGRAFÍA. Pequeñas fotografías con mi Pentax Optio compacta. Boston: Fenway Park.

Pequeñas fotografías con mi Pentax Optio compacta.






A pié de campo en Fenway Park. Los bateadores de los Red Sox calentando mientras te tomas una cerveza bien fría.



viernes, febrero 07, 2014

1000 razones para no dejar de leer. "Canadá" de Richard Ford.


<< En sus caras he visto los vestigios de quienes por poco llegan a ser pero fracasaron, de quienes fueron antes de llegar a ser ellos mismos. Es una teoría del destino y del carácter en la que no me gusta o no quiero creer. >>

"Canadá" de Richard Ford.

lunes, febrero 03, 2014

FOTOGRAFÍA. Pequeñas fotografías con mi Pentax Optio compacta. Queens, NYC.

Pequeñas fotografías con mi Pentax Optio compacta.





Un museo que no viene en la guías. Un parada indispensable para los amantes del cine. Una inesperada sorpresa.