“Nada
más eficaz para exigir decencia que practicarla. Una sociedad
comprometida con aquello mismo que reclama ejerce una presión muda sobre
la
selección de los administradores públicos y somete su gestión a la
medida de una pauta moral —no escrita pero realísima— que éstos ya no
pueden ignorar sin gravísimo y justificado reproche”.
Libre y con compromiso, por Javier Gomá.
Leer aquí el artículo completo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario