martes, febrero 09, 2016

TEATRO. Escrito por Teresa de Ávila. "La palabra encarnada".

A partir de textos Santa Teresa de Jesús.
Lectura dramatizada a cargo de Julia Gutiérrez Caba.
Presentación de Miguel Cubero.
Espacio sonoro: Luis Delgado.
Concepto y dirección: José Luis Gómez.
Alcalá de Henares. Corral de Comedias.


El año pasado, en el marco del programa de actos conmemorativos del III centenario de la Real Academia Española, la colaboración de cómicos, académicos e instituciones dio a luz el proyecto “Cómicos de la Lengua”, nacido para difundir -en palabras de los organizadores- “el cuerpo vivo de nuestra común lengua española” a través de lecturas dramatizadas de una muestra representativa de textos fundamentales de nuestra literatura: el Cantar del Cid, El Libro de Buen Amor, la Celestina o escritos de Teresa de Ávila, entre otros. Su éxito fue rotundo, y ahora, con buen criterio, José Luis Gómez ha decidido rescatar alguna de aquellas lecturas para dar una segunda oportunidad de disfrutar del espectáculo a quienes -como quien suscribe estas líneas- no pudimos acceder a alguna de dichas veladas.

Así que vaya mi gratitud por anticipado para los responsables de la iniciativa, gratitud que hago extensiva, obviamente, a Julia Gutiérrez Caba por su presencia en el Corral, para poner voz y alma a una variada selección -¡tan breve!, “Cuan presto pasa el placer ...”- de textos de Santa Teresa de Jesús. Voz, alma y ... sabiduría; porque lograr tal hondura de sentimiento y un lirismo tan acendrado, y a la vez tal grado de contención y de apostura, y de saber estar en el escenario, con la solemnidad, pero también con la naturalidad que la ocasión demanda, exigen además de un notable talento natural, la vasta sabiduría de la actriz forjada en el estudio, en la reflexión, en la disciplina del trabajo diario y en una dilatada experiencia sobre los escenarios.

El espectáculo sigue el mismo formato de otras “lecturas”: una breve introducción sobre la vida y la escritura de Teresa de Jesús, en esta ocasión obra del académico Don Víctor García de La Concha, que leyó el actor Miguel Cubero, y luego la lectura dramatizada de los textos seleccionados, comenzando con fragmentos del libro Castillo interior, o Las Moradas y posteriormente con pasajes de la Vida y de Camino de perfección seguido, como colofón, de uno de los poemas más conocidos de la santa andariega. En un espacio casi desnudo -luz cenital proyectada sobre un atril como único elemento de la escenografía- tan sólo unos leves subrayados sonoros de chelo y percusión compiten con la palabra de la actriz, que se constituye en la protagonista absoluta del espectáculo.

Palabra encarnada, que pareciera emerger directamente del carácter inquieto y del claro entendimiento de la escritora, de las efusiones de su corazón generoso o de las profundidades de su alma atormentada. Ritmo, pausas, inflexiones tonales de una voz tersa y cálida, sin afectación ni estridencias, que en su modulación cambiante sugiere las fluctuaciones del estado de ánimo de Teresa en el trance de la escritura, desde el sosiego con el que discurre sobre cuestiones doctrinales hasta la sobreexcitación y angustia que la embargan cuando describe sus visiones de los ángeles o del crucificado. El aparente desaliño de su prosa siempre pulcra y sugerente, su rusticidad, pero también el verbo encendido y la palabra transfigurada en el éxtasis de su poesía, fluyen con igual frescura y espontaneidad en boca de una Julia Gutiérrez Caba entregada por entero a vivenciar los textos de Teresa de Ávila, subyugada por sus imágenes deslumbrantes, por la maleabilidad de su sintaxis, por su recia textura y por su poder encantatorio.

Gordon Craig.

Escrito por Teresa de Ávila. Teatro de la Abadía.

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