Recuerdo a menudo esa definición que propone Borges
según la cual el teatro es el arte en el que un hombre finge ser lo que
no es y otro hombre finge que se lo cree. Genial. Es decir, de pronto
yo te digo; «Soy Julio César». Si tú no dices: «Vale,
voy a fingir que creo que eres Julio César», si no se establece ese
pacto de fingimientos, no hay teatro. Pero si se establece ese pacto,
porque tú quieres, convertimos esto en Roma. Ese es el enorme poder del
teatro. >>
Entrevista a Juan Mayorga en Jot Down.
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