<< […] ¡Qué feliz sería si fuese feliz!’ estas palabras
de Woody Allen quizá dicen lo esencial: que estamos separados de la felicidad
por la misma esperanza que la persigue la sabiduría, al contrario, sería vivir
de veras, en lugar de esperar vivir. En esa dirección apuntan las lecciones de
Epicuro, de los estoicos, de Spinoza, o, en Oriente, de Buda. Solamente
tendremos una felicidad proporcional a la desesperación que seamos capaces de
atravesar. La sabiduría es exactamente eso: la felicidad desesperadamente. […] >>
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