<< […] Lesser escribe por la noche en horas
extraordinarias. Duerme mal, con un ojo sobre la mañana siguiente, cuando sea
la hora de escribir. Los latidos de su corazón sacuden la cama. Sueña que se
ahoga. Cuando no puede dormir, se levanta, enciende la lámpara de sobremesa y
escribe. […] >>.
Bernard Malamud, “ Los inquilinos “.
No hay comentarios:
Publicar un comentario