miércoles, septiembre 21, 2011

TEATRO. La reina de la belleza de Leenane. "Los inestables cimientos de la cordura".


De Martín McDonagh.
Con: Maite Brik, Gloria López, Orencio Ortega y Pablo Gómez-Pando.
Dirección de Alvaro Lavín.
Madrid. Nuevo Teatro Alcalá.



Obligada a una convivencia forzada con su madre anciana y achacosa en un lugar perdido de la Irlanda profunda, Maureen ve consumirse irremediablemente su vida en la soledad más absoluta mientras deja escapar sin poder evitarlo las escasas oportunidades de ser feliz le ha ofrecido su rutinaria existencia. Esas estampas bucólicas de verdes prados y profundos valles envueltos en la bruma que encandilan al turista ocasional desde las páginas de huecograbado de los catálogos de las agencias de viajes, con su promesa de equilibrio y felicidad, representan para Maureen justamente lo contrario; para ella, ese paisaje idílico al que asocia su vida de renuncias atada a una madre insidiosa y tiránica simboliza la negación de la vida y la pérdida de la libertad y de la cordura.

Referencias de orden político aparte -sobre la rivalidad de ingleses e irlandeses y la condición de parias de éstos últimos frente a la hegemonía inglesa- la obra de Martín McDonagh tiene sobre todo una dimensión social y humana; analiza con inusitada agudeza y penetración cómo la persistencia de determinados patrones culturales en las relaciones sociales y familiares en reductos cerrados y deprimidos económicamente pueden propiciar comportamientos anormalmente violentos y atrabiliarios y abocar a las personas a la crueldad y a la locura.

Se trata de una pieza muy bien construida y con un desenlace inquietante y aterrador que pone en evidencia los inestables cimientos de la cordura; buena adaptación, en general, de Vicky Peña (quien la protagonizó en los primeros 90 dirigida por Mario Gas), aunque, a veces, el marcado acento meridional de los actores -excepción hecha de Maite Brik- desvirtúa un tanto el registro coloquial y/o ciertas expresiones originarias de otras latitudes. Destila cierto aroma de thriller psicológico, sobre todo en el permanente chantaje moral que Mag ejerce sobre Maureen y preludia el humor negro y la truculencia que el autor desarrollaría en obras posteriores, como El hombre almohada, estrenada también hace varios años en Madrid.

Buen trabajo de dirección (quizá haya demasiados tés y demasiadas papillas), y creo que Álvaro Lavin ha captado la esencia del conflicto y el tempo de la acción, con sus clímax y las explosiones de cólera de Maureen, y con las largas pausas en que madre e hija estudian sus argucias, sus silencios y los sobreentendidos en los que es pródigo el texto de McDonagh. Y hay asimismo un solvente trabajo de actuación, sobre todo en el duelo protagonizado por los personajes principales. Maite Brik está espléndida en el papel de Mag, una vieja refunfuñona que bajo su voz apagada y su aparente desvalimiento esconde a una bruja egoísta y manipuladora que saca permanentemente de quicio de Maureen (Gloria López), una mujer que está empezando a sentir los estragos de la madurez y que es la viva imagen del despecho, de la frustración y de un rencor pacientemente incubado día tras día en un doloroso y callado proceso de renuncias, de mentiras, de negación de sí misma y de miedo a enfrentarse con la realidad.


Gordon Craig.


La reina de la belleza de Leenane. Teatro Nuevo Alcalá.

No hay comentarios: