"Aquello era tan insólito, tan imprevisto, tan inquietante, que no acaba de admitir su realidad. En pocas horas iba saliendo de la adolescencia, con la sensación de que su carne había madurado en la proximidad de una apetencia de hombre".
El siglo de las Luces, de Alejo Carpentier.
No hay comentarios:
Publicar un comentario