<< [...] Fue entonces cuando por primera vez en mi vida se dirigió a mi
alguien en inglés - el idioma de mi secreta elección, de mi futuro,
de mis amistades más duraderas, de mis más hondos afectos, de horas de duro faenar, de horas de asueto y de horas solitarias, de los libros que
habría de leer, de los pensamientos que me embargaron, de las emociones
que recuerdo, ¡de mis mismísimos sueños! >>
Joseph Conrad. Crónica personal [Remembranzas]. Madrid: Trieste, 1990.
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