"Los soviéticos empiezan a recordar ahora que no son ciudadanos de ninguna URSS. Quieren regresar a sus países, a sus casas simbólicas, a la tierra de sus antepasados. ¿Que quieren marcharse dejando el patrimonio de toda su vida? ¿Qué patrimonio?, contestan sorprendidos. En este país ¡jamás nadie ha conseguido nada! A menos que se trate de unos cuantos años de destierro, un rincón oscuro en un piso que comparten varias familias o una pensión equivalente a tres dólares al mes".
No hay comentarios:
Publicar un comentario